III ÉPOCA: ERASMUS+ IPEP Jaén. 'Experiencias que derriban muros y fronteras', por Mariana Jódar Salcedo.


Clase de inglés para adultos.
España, Italia, Inglaterra, Rusia, Polonia, Angola, Turquía, Arabia Saudita, Marruecos, Irak (del Kurdistán), Emiratos Árabes, Foto de @mmolpor


Cuando me preguntan en qué consiste el programa Erasmus+ suelo comenzar por bromear con el dicho popular de “para saber hay que estar”, y es que no alcanzaría con palabras a explicar todo lo relacionado con las experiencias a las que te acercan proyectos como ‘Repensando las prácticas educativas para adultos, estudiantes penitenciarios y menores infractores’ del IPEP de Jaén, ni para enumerar las puertas que programas así pueden abrir. Pero, aunque para saber hay que estar, también creo interesante que los que ya hemos estado compartamos de primera mano nuestra visión de estos programas a veces tan desconocidos.  

Lo que sí conocemos bien todos los docentes es el mundo que gira en torno a las competencias clave, y yo he decidido atreverme a afirmar que una experiencia Erasmus+ puede tratarse de la mejor situación de aprendizaje, donde la teoría cobra vida, literalmente, y las competencias adquieren su merecido sentido de apellidarse “clave”. 

Todas las competencias, la lingüística, la plurilingüe, la matemática, la digital, la personal, la social y de aprender a aprender, la ciudadana, la emprendedora y la competencia en conciencia y expresión culturales, pueden considerarse como los ingredientes perfectos para la consecución de nuestros objetivos educativos, y un programa Erasmus+, para mi, podría definirse como el plato estrella, todo aderezado con la interculturalidad como si del mejor AOVE jiennense se tratara. 

Rethinking educational practices for adults, 
prison students and young offenders.

Por ello, desde mi punto de vista, la importancia de los programas Erasmus+ estaría más que justificada, y más aún en nuestro caso, tratándose de centros con alumnos adultos, en algunos casos estudiantes penitenciarios y menores infractores, para los que el aprendizaje significativo adquirido de una experiencia Erasmus+ les serviría, sin duda, para abrirse puertas de esas que no solo se abren aprobando exámenes, sino también poniendo en práctica, en una situación real, habilidades que les hagan sentirse ciudadanos capaces: capaces de expresar lo que sienten, piensan y necesitan y de escuchar activamente al otro, incluso en un idioma extranjero, capaces de poner en marcha mecanismos que les ayuden a descubrir y valorar nuevas culturas y, quién sabe, quizá en un futuro hasta les abra el apetito del emprendimiento… Al  mismo tiempo que nosotros como docentes y guías en su camino, habremos logrado que esas competencias adquieran el sentido de ser la clave del aprendizaje de nuestro alumnado, la clave de nuestra enseñanza y el mejor souvenir que uno se puede traer de un Programa Erasmus+


Fotografía de la artista de Jaén Beatriz Cabrera Pino. Cedido el uso para este blog.

Por eso invito a todos los compañeros que me lean a que se embarquen “ viento en popa a toda a vela” como escribió Espronceda, a participar de estos proyectos y a que animen a su alumnado, quien de otro modo, probablemente, no tendrá la posibilidad de asomarse a experiencias lingüísticas, culturales y académicas en entornos europeos que derriben tantos muros y fronteras y les hagan sentirse ciudadanos libres, competentes, válidos y capaces.

Otros artículos de la autora:

👉 ¡Qué necesario es atreverse y qué necesario es viajar!

👉 'Cómo coger el boli.'

👉 'How to properly hold a pen.'

Mariana Jódar Salcedo.

Profesora de   inglés y francés del SIPEP de Linares, Jaén.


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