III ÉPOCA. ERASMUS+ IPEP JAÉN. Sí, sí y sí.

Volvemos de las merecidas vacaciones, justo cuando se rumorea que las borrascas se dejarán ver por el sur de España en breve, lo cual cada vez es más noticia, porque llover, llover, es algo que ya vemos poco. Mas no perdamos la fe.

Erasmus+ no se detiene en vacaciones. Al contrario. Se cuentan por miles y miles (sería importante conocer la cifra exacta) los profesores de toda España y de todos los países de la Unión Europea que, llenos de cariño e ilusión, preparan sus maletas y ponen rumbo a otros países para participar en cursos de formación para el profesorado. ¡Qué poco se habla de esto en las noticias! Pero, espera, ¿se habla acaso? ¿Docentes estudiando durante sus vacaciones? No sé cómo irán las cosas en este sentido por otros lares, pero algo me dice que eso no va a abrir nunca un telediario, ni cerrarlo. A lo sumo, en la sección de sucesos por si alguno ha tenido, Dios no lo quiera, alguna desgracia. 

Foto de @mmolpor

Estudiar, descubrir nuevas maneras de enseñar, nuevos métodos de trabajo, reforzar conocimientos lingüísticos, participar en talleres formativos, conocer nuevos compañeros con los que se van a desarrollar nuevos proyectos, actualizarse con las ya nada nuevas tecnologías, etc., son algunas de las tareas que miles y miles y miles de docentes llevan a cabo durante los meses estivales. Pero, de esto no se habla. No vende, no asusta, no atemoriza, no preocupa, no inquieta. 

No, no y no. 

La realidad, sin embargo es más positiva de lo que nos venden en los medios de ¿comunicación?. No descuartizamos mas que páginas de libros, de cuadernos de trabajo, y sólo besamos, consentidamente, nuevos compañeros por aquello de la educación, la cortesía, la amistad y el amor. Sólo quemamos a nuestras familias con tanto 'ya lo dejo, que es sólo este mensaje' y otras respuestas similares. Suben los precios de los hoteles y de las pensiones, y también lo sufren los bolsillos de todos aquellos que salen a estudiar;  a ello, se le añade un ligero o tremendo subidón a las tasas de los cursos, y el precio del café y de la leche para desayunar. Lamentablemente, la dieta Erasmus+ no ha subido tanto como la gasolina este verano. Y toda esa inflación, creedme, la asume cada uno de los profesores Erasmus+ que se marcha a estudiar durante sus vacaciones.

Repensando las prácticas educativas para adultos, estudiantes penitenciarios y menores infractores

Sí, sí y sí. 

Susana, Javier, Luis, Maite, Jordi y tantos y tantos más, son algunos de los nombres que ahora se me vienen a la cabeza de docentes, comprometidos con su carrera profesional a más no poder, que han dedicado una o dos, o incluso más, semanas de sus vacaciones a estudiar, a formarse aún más en academias, institutos o universidades de otros países de la Unión Europea. 

Sí, sí y sí. 

A pesar del juramento en arameo de no pensar en el proyecto Erasmus+ durante al menos un mes, son muchos los mensajes de amigos y conocidos que te cuentan que están en Roma, o en Berlín, inmerso en un curso sobre 'teaching in prison environments', un poner, o de una amiga de Álava que lleva una semana en Dublín perfeccionando su inglés, o de otra que sobrevive felizmente al calor en Islandia mientras que asiste a clases de enseñanzas neurocognitivas aplicadas a la educación. Por mucho que lo intenta uno, raro es el día que no se recibe uno o dos mensajes, o fotos o videos. 

Sí, sí y sí.

Una compañera que te pasa el contacto de un centro de adultos de Italia que busca un socio español para un proyecto centrado en la mejora de la atención a niños discapacitados; otra que, entusiasmada, decide  proponer otro nuevo proyecto a su claustro porque ha descubierto que dos de sus compañeras de curso Erasmus+ le han abierto las puertas de su centro para experimentar, para pensar, para...

Sí, sí y sí.

Los docentes no paramos en verano. Descansamos como cualquier otro trabajador, faltaría más. Pero, parar, afortunadamente, no.

Bienvenidos al curso 23/24, lleno de prometedores experiencias Erasmus+ aquí en el IPEP de Jaén.

Saludos.

Nota de redacción: durante estos meses de verano, hemos tenido lectores en muchos países, pero quiero saludar especialmente a los de Camerún, Armenia, Méjico y La India.