En un mundo aparentemente ideal, como el propuesto por Aldous Huxley en su famoso libro, también hay que hacer concesiones. De hecho, en su relato de una existencia perfecta desaparecen familia, literatura, religión, amor o filosofía. En el nuestro toda persona está escolarizada, obtendrá unos títulos y finalmente, un trabajo acorde.
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| Foto de @mmolpor |
Sabemos que esta estructura “perfecta” hace aguas por varias vías. La que nosotros tratamos de “taponar” es la que provocan las personas que no han podido llegar a ser, como dirían los Pink Floyd, otro ladrillo más en la pared. Y ahí estamos, hay que tapar el hueco que provocan aunque sea a deshoras. Las deshoras que supone estudiar educación secundaria siendo adulto, bachillerato sin haber estudiado desde años o una prueba de acceso a la universidad para mayores de 25 años.
Repensando las prácticas educativas para adultos, estudiantes penitenciarios
No todo adulto que aspire a “ladrillo” puede llegar a serlo. Ahora hay cargas, falta de tiempo, de capacidad incluso. Pero hay arcillosos valientes que quieren dar el paso, ¡Qué menos que encuentren una alfombra roja al intentarlo! En este sentido, desgraciadamente, podemos hacer mucho todavía. ¿Qué ocurre? Pues parece que hay cierto “parcheo”. Sí; hay una estructura de educación permanente montada pero con fugas aún. El porcentaje de abandono y absentismo es unos de los datos que nos puede dar fe de ello. El número de “no presentados” a las pruebas, también.
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| Foto de @mmolpor |
Hay que empeñarse en proporcionar al alumnado un material adecuado para su formación, actualizado, moderno, llamativo, motivante, exigente (sí, exigente, ¿qué pasa?), unas instalaciones y medios, ahora me refiero más al tema de los estudiantes de los centros penitenciarios que, a veces no tienen ni aula, y que tienen prohibido el uso de equipos informáticos, y unos profesionales con horarios y preparación adecuados, que les sirvan de guía, apoyo y solucionen sus dudas, lagunas, etc…
Pero hay arcillosos valientes que quieren dar el paso, ¡Qué menos que encuentren una alfombra roja al intentarlo!
Llegados a este punto, invocamos a la administración, para que dé forma a esa alfombra roja, que sin duda merecen los adultos que, quién sabe por qué, no pudieron estudiar a tiempo y ahora se empujan a sí mismos, contra viento y marea a veces, a completar el círculo. Y, sí claro, alguno no estudiaría porque no le dio la gana. Vale, pero ahora le ha dado por ahí, ¡Pues vamos con todo!
Juan Claudio Perabá Gámez.
Dpto. De Informática y Tecnología.
Nota del equipo de redacción:
Damos hoy las gracias a los lectores de otro país, vecino del Mare Nostrum, en el que también hemos tenido seguidores este curso escolar: Israel.
שלום רב קוראים יקרים מישראל. תודה שעקבת אחר הרפתקאות ארסמוס+
שלנו.
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