III ÉPOCA: ERASMUS+ IPEP de Jaén. La voz de los internos: 'Un nuevo comienzo. Ardiendo de ganas por hacer un gran trabajo personal'. Por Anónimo Fénix.

Tras leer y releer las palabras de nuestro alumno de 2º de Bachillerato, Javier Padilla, del Centro Penitenciario de Jaén, en las que comenta que este año 2023 ha sido verdaderamente positivo en cuanto al aspecto académico se refiere, Antonio Gámez, nuestro querido orientador del IPEP de Jaén, nos recalca que 'mal no debemos estar haciéndolo'.


@mmolpor

Yo iría un paso más allá y me atrevo a afirmar que sí vamos por el buen camino. Me apoyo en los comentarios no solo de Javier, sino en estas palabras   de otro alumno que podéis leer más abajo. Se trata ahora de un alumno de 1º de Bachillerato, quien prefiere permanecer en el anonimato. A estas valoraciones sobre nuestro quehacer educativo, debemos añadirles otros muchos que, con mucho cariño, nos están apoyando día a día en esta empresa de ser mejores profesionales. Especialmente, allí, entre 'las paredes frías y la llamada del patio', como afirma el autor de hoy.

Como ahora podrán leer, y estoy seguro que disfrutar, Anónimo llegó a mi clase hace un par de meses escasos, pero en dos días ya había renacido. De un modo sorprendente, mágico casi. Es fácil ahora acordarse del mito del Ave Fénix, la cual se inmolaba para renacer con más fuerza. En cierto sentido, Anónimo también se ha inmolado, pues ha iniciado un proceso de transformación de la mano de los libros, del estudio, del pensamiento, del sosiego de la lectura, de la reflexión de una buena charla. 


Repensando las prácticas educativas con adultos, en centros penitenciarios y menores infractores.

Fénix no es sino un arquetipo universal del proceso de transformación que todos los seres humanos experimentamos a lo largo de la vida. Fenix, antes de su inmolación, buscaba un lugar donde construir su nido aromatizado. Nuestro Anónimo ha encontrado ese nido en la biblioteca, para él, 'su instituto', del Centro Penitenciario de Jaén, con olor a libro casi de antiguo. 

Correcto, educado hasta más no poder, culto, muy culto, ansioso por aprender, por leer, por devorar nuevos conocimientos, nuestro anónimo Fénix ha recuperado las ganas de luchar, de vivir, de mejorar, de apartarse de aquello que le hizo arder sin renacer para acabar en 'las paredes frías' y sobreponerse 'a la llamada del patio'. Más fácil resultó vencer al turco en el golfo de Patras. Se lo aseguro.

Estudiar, estudiar y estudiar. Esto es lo que demanda nuestro joven y versado Fénix. 

Por cierto, se me olvidaba mencionar que Fénix ha cambiado gracias al cariño, al tremendo cariño con el que es tratado por los funcionarios de la prisión que velan por su vida. Ahí, según su parecer, reside la clave de su mimetismo en un Ave Fénix. 

Saludos.


Comentarios