III ÉPOCA. ERASMUS+ IPEP de Jaén. Segundas oportunidades. Por Víctor Torres.

 Segundas oportunidades

 

En el año 2005 se crearon los programas de “hermanamientos escolares europeos eTwinning” con el objetivo de promover y facilitar el contacto y el intercambio de ideas entre profesores y alumnos de distintos países. Aprovechando el aumento de centros con certificados TIC, muchos fueron los que empezaron a utilizar esta herramienta de trabajo implementándola como otra más en sus sesiones de trabajo. En el año 2009 me encontré fortuitamente con este programa y me formé en ese mismo diciembre. Durante el curso inicié con ilusión un proyecto con mis alumnos de 3º ESO en el centro donde trabajaba por aquel entonces. Logramos hermanarnos con un centro británico, pero unos pocos meses después este proyecto murió.





Hoy lo miro con la distancia que el tiempo y la experiencia dan y entiendo perfectamente el porqué sucedió. Para empezar, fue un proyecto unipersonal, nadie me acompañó en esa aventura, siempre estuve solo. Además, no fue fácil convencer a la dirección para que me firmara la solicitud, ya que nadie sabía qué era “esto que tengo que firmar” y, por si fuera poco, los alumnos accedieron a colaborar solo después de mucho insistir, nadie quería “deberes extra” (esa era la percepción). En aquel entonces pocos veían valor en esta herramienta nueva. Resumiendo todo: soledad, incomprensión, rechazo y falta de apoyo. Quizá los alumnos adultos y en prisiones puedan sentirse identificados en esto último. 

La educación para adultos y personas privadas de libertad puede suscitar, en primer lugar, un rechazo en el entorno más cercano. No son pocos los alumnos con cierta edad los que tienen que escuchar frases un tanto despectivas como: “¿y a tu edad te vas a poner a estudiar?”, “sí, claro, lo que no hiciste con quince años lo vas a hacer ahora con cuarenta”, “a buenas horas te vas a poner a estudiar”, etc. 


Repensando las prácticas educativas para adultos, estudiantes penitenciarios y menores infractores


En segundo lugar, aquellos valientes que se atreven a matricularse y asistir a clase se ven rápidamente sobrepasados por un sistema educativo que sigue siendo excesivamente tradicional, en sus clases y, sobre todo, en su evaluación. Los docentes llevamos años escuchando cómo desde las filas políticas nos dicen que tenemos que adaptar nuestras clases a la diversidad de alumnos e individualizar el trabajo para garantizar que cada estudiante desarrolle al máximo su potencial, haciendo las adaptaciones necesarias y posibles para que todos alcancen los criterios de evaluación y así poder titular. Bien, tras un año de enseñanza en adultos, cualquiera, incluso alguien tan inexperto como yo, se da cuenta de que este parece un sistema residual que poco les importa a las clases dirigentes. Aquellos que se llenan la boca con palabras de reinserción social, de segundas oportunidades; los que nos dicen que las condenas en prisión son el camino para una eficaz reincorporación de los reclusos a la sociedad, esos mismos no dotan verdaderamente a estos centros de enseñanza con dignidad. Ese es un gran problema.




Hace unos meses, mi compañero Manuel Molina hizo una exposición al claustro contando su experiencia en los proyectos Erasmus plus. Tan vehemente e interesante fue que la mayoría del claustro aceptó con ilusión presentar una solicitud al SEPIE

Tras un análisis de necesidades y carencias, el centro logró la aprobación con un proyecto novedoso: un erasmus para adultos y alumnos de centros penitenciarios. Muchos somos los que abrazamos la idea y empezamos a colaborar. Personalmente, es una segunda oportunidad. Al ser tutor de ESPA II, soy uno de los encargados de las movilidades de estos alumnos. Inicialmente, reconociendo que ellos tienen compromisos familiares y laborales que les impiden ausentarse de Jaén una semana completa, parecía difícil que se animaran a solicitarla. Por eso mismo, el coordinador me propuso hacer una sesión informativa que sirviera para motivar y aumentar el interés del proyecto entre al alumnado de ESPA II.

Durante los días 26 y 27 de octubre, les expliqué a los alumnos de ESPA II el programa Erasmus+ del centro, con la esperanza de despertar en ellos el interés. A través de la proyección de diapositivas vimos qué es un programa Erasmus+, cuáles son los elementos que nos hacen singulares al IPEP de Jaén, y por qué ellos son la base de todo el trabajo que se está realizando. Agradezco mucho la atención y la participación que me dedicaron tanto mis alumnos como los compañeros que quisieron asistir. Visto el gran número de aspirantes interesados en participar en las movilidades a la localidad de Matoshinos, tengo que decir que el objetivo inicial se logró. 

Ahora tenemos en nuestras manos la posibilidad real de empezar a cambiar con sus testimonios las cosas que no nos gustan. 


Foto de @mmolpor

Este interés, que se materializó en solicitudes formales la semana pasada, les va a permitir participar en un fructífero viaje de prácticas para estar en contacto con otro sistema educativo, y para realizar una reflexión bien argumentada que permita el inicio de una aventura que puede cambiar a mejor la calidad de la enseñanza para las generaciones futuras. Cabe esperar que esta nueva esperanza se materialice en una segunda oportunidad real para nuestros alumnos. 

Víctor Torres Rodríguez.

Profesor de Lengua y Literatura.

Coordinador de las movilidades de alumnas Erasmus+ 




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