Cerrando el círculo. Sebastián Dávila: 'La incidencia de los programas Erasmus es un signo de distinción para los IES'

Cerrando el círculo (I)


El calor de agosto nos recuerda que somos mortales, mas el calor del dolorido Jaén, que somos -aparentemente- inmortales.
Os dejo hoy con unas acertadas reflexiones de Sebastian Dávila Jiménez, Inspector de Educación de la Junta de Andalucía, padre de varios alumnos de nuestro Instituto y colega de profesión, docente.
Faltaba en este humilde blog la opinión del servicio de Inspección, que se suma a la del Ampa, del PAS, de los alumnos, de algunas familias a título propio, de la Dirección, de muchos representantes del profesorado, del Departamento de Orientación del Instituto, de los centros educativos asociados a nuestros proyectos ErasmusPlus KA101, y de ejemplares profesores y alumnos de allende los Pirineos que nos han abierto cálidamente sus puertas y que tanto nos han permitido aprender durante estos maravillosos años.
Manuel Molina Porlán.
Jefe del Departamento de Programas ErasmusPlus.

'Me enfrento al reto de escribir un artículo en este blog con el temor de que después de todo lo que ya se ha dicho en el mismo, no es tarea fácil aportar nada novedoso, y además se me ha pedido por parte de Manuel una visión que refleje desde el punto de vista de la Administración el beneficio que estos programas producen en un centro, después de que ya lleva cinco años implantado en el IES Sierra Mágina.
Como parte de la Administración, en mi función de inspector, estos programas se supervisan como otros más que se desarrollan en los centros,  pero desde la perspectiva del cumplimiento de la normativa que lo regula, y no entramos a valorar en profundidad la incidencia  que tienen sobre el alumnado, por tanto para hacer esa valoración de este programa en estos cinco años necesito apoyarme en las experiencias que los mismos han supuesto para mis hijos, desde el punto de vista de padre y antiguo profesor.
Si queremos hacer un análisis crítico de la incidencia de este programa, tendríamos que plantearlo en términos de coste-beneficio. Los costes de este programa son relativamente fáciles de calcular, puesto que suponen un montante económico, que puede ser sufragado por la Administración, o por las familias, pero que en todo caso nos daría un número. El mayor problema surge cuando queremos comparar este coste con el beneficio que aporta, porque  éste ya no es fácilmente cuantificable, y menos aún en términos monetarios. En todo caso, sólo si los beneficios superaran a los costes podríamos concluir que el programa merecería la pena, es obvio.
Empezamos con el coste. Hay una parte económica, como hemos comentado, pero hay otra parte de preparación, de puesta en marcha y ejecución que se lleva muchas horas de trabajo por parte de los responsables y que tampoco sería fácil de cuantificar, eso le correspondería a quien ha desarrollado el programa, que es quién realmente sabe el tiempo que le ha tenido que dedicar fuera de su estricto horario laboral.
Vemos pues que estos programas tienen un elevado coste, así que tendríamos que encontrar un gran beneficio para concluir que merecen la pena. 
Vamos a ver qué beneficios, a mi juicio, producen estos programas en los centros, y lo vamos a analizar para el alumnado, para el profesorado y para el propio centro:
·      En el alumnado: Por la duración breve que tienen estos programas podría parecer que aportan poco académicamente hablando. Siendo realistas, no se experimenta una mejoría sensible en el nivel de idioma extranjero que ya poseen, aunque sí es cierto que les ayuda a vencer reticencias a la hora de expresarse en un idioma extranjero, a esforzarse en utilizar lo que han aprendido, a darse cuenta de que saben más de lo que creen, a perder el miedo escénico o al ridículo tan propio de los adolescentes, e incluso a mejorar su autoestima al ver la utilidad de esos conocimientos que tienen y que en algunos casos pueden provocar el interés en profundizar en el aprendizaje del idioma, la cultura o la historia.... 
Más importante que lo anterior, bajo mi punto de vista, son las relaciones personales de amistad que entablan los alumnos en estos intercambios, y que se extienden más allá de las dos semanas que dura el programa. En el caso de mis hijos, ambos han entablado una gran amistad con los alumnos con los que tuvieron intercambio. Uno de los alumnos ingleses que estuvieron en casa, John, volvió el pasado verano y pasó quince días con nosotros, y tenía pensado venir también este verano, pero por motivos obvios no ha podido ser, esperemos que el próximo. En el caso de la alumna eslovena, Daša, ha sucedido lo mismo, iba a pasar un par de semanas con nosotros este mes de agosto, y no ha podido ser, también la esperamos el próximo. En todo caso, ellos no han perdido el contacto y se comunican asiduamente por las redes sociales, así que, al menos por nuestra parte, este aspecto ha sido muy positivo. Al seguir comunicándose con los alumnos del intercambio siguen practicando el idioma más allá de las dos semanas que estrictamente duran los intercambios  (he puesto el ejemplo de mis hijos, pero creo que se puede hacer extensivo a la mayoría de los alumnos).
Otro punto muy importante es el conocimiento que de otras culturas adquieren los alumnos. Aunque en el fondo no hay una gran diferencia cultural entre los países de Europa, sí que los alumnos se enriquecen al vivir en el extranjero, aunque sea un corto período de tiempo, y de alguna manera esto les abre la mente, los hace más sociables, y conscientes de su pertenencia a una entidad supranacional como es la Unión Europea
Por último, creo que es muy importante que los alumnos conozcan otros sistemas educativos distintos al español, algunos  con un enfoque muy diferente al nuestro, lo que les permite hacer una crítica de las ventajas e inconvenientes de cada uno.



·      En el profesorado: Si para el alumnado es interesante conocer otros sistemas educativos, para el profesorado esta es la parte que más aportan estos programas, ya que permiten el contacto con otros profesores y metodologías pedagógicas,  y a partir de ahí permiten una reflexión y un intercambio de qué aspectos se pueden mejorar o implantar en el centro después de haberlos visto en la práctica en otros países.
·      En el Centro: La incidencia de este programa en concreto es un signo de distinción para el IES, que le permiten obtener entidad propia y prestigio. Se convierte en parte de su cultura, lo sitúa en Europa y en el mundo (me sorprendió gratamente la cantidad de visitas que tiene este blog y la procedencia de las mismas) y añade un plus de calidad a las enseñanzas del mismo. Esto es algo que los padres valoramos positivamente a la hora de elegir un centro.
Como conclusión, parece claro que el beneficio supera al coste, por lo que espero, por el bien del centro  y su alumnado, que se siga desarrollando este programa por muchos años y se afiance en el mismo para que su desarrollo futuro no se vea comprometido por los inevitables cambios que en el profesorado se producen en todos los centros.

Agradezco a Manuel la petición que me hizo para que redactara esta entrada en el blog, y espero haber dejado claro que en mi opinión (y por lo que me toca, en la de la Administración), estos programas aportan grandes beneficios a los centros en los que se desarrollan, por lo que animo a todo el profesorado del IES, y en especial a los responsables de este programa, presentes y futuros, a que apuesten decididamente por continuar con el mismo.'

Sebastián Dávila Jiménez.
Inspector de Educación de la Junta de Andalucía.

PD: Aprovecho este penúltimo artículo en el blog para dar las gracias a nuestros lectores de la Dacia Trajana, Rumanía, y de los siete bellos Emiratos Árabes Unidos, los más activos durante estas últimas semanas.
Os invito también, seáis quienes seáis, a que suméis vuestra opinión a este blog. Me pregunto también si allí hace el mismo calor que en Jaén, aunque lo dudo.
Mulțumesc



Comentarios

  1. "La incidencia de este programa en concreto es un signo de distinción para el IES, que le permite obtener identidad propia y prestigio"

    Olé ahí, encanta esta reflexión que no es sino un reconocimiento encubierto al esfuerzo, al tesón y a la entrega de las personas E+.

    En Guadix también "morimos" por el calor. A no ser que tengas una cueva; entonces, eres un privilegiado.

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