Un job shadowing en Inglaterra inolvidable


Foto de Francisco Javier Vinuesa

Una vez que he vuelto de mi estancia job shadowing Erasmus+ en el  instituto Lytchett Minster School de Poole, en el bello condado de Dorset al sur de Inglaterra, es hora de sacar conclusiones sobre mi experiencia. Esta ha sido mi segunda movilidad job shadowing cofinanciada por el programa Erasmus+ de la Unión Europea y creo que volveré a repetir cuando tenga la oportunidad.

  Ha transcurrido un mes desde que os comenté que me iba de viaje de estudio y aprendizaje al Reino Unido, con un artículo en este mismo blog que podéis leer pinchando en este enlace. Creo que es necesario dejar pasar un poco de tiempo para poder reflexionar con calma y sin precipitaciones. 

Comenzaré con un pequeño resumen del programa durante mi estancia


'Mejora de los procesos de
 aprendizaje de nuestro centro'.


El lunes comencé la jornada acompañando a una alumna a sus clases durante las tres primeras sesiones. Me sirvió para una primera toma de contacto con el centro y para comprobar su forma de trabajo. Después del descanso para comer, me tocó acompañar al Director del colegio, Mr. Andrew Mead, en las entrevistas para elegir al nuevo Head boy/girl (una especie de representante o delegado de estudiantes), en las que los aspirantes se lo tomaban muy en serio, exponiendo una presentación para luego responder las preguntas de tres componentes del equipo directivo. 

El martes, miércoles y jueves estuve con el departamento de Educación Física. Lo componen 7 profesores contratados y 2 que estaban de prácticas. Tuve la oportunidad de acompañar a la mayoría durante alguna clase y conocí deportes que no había practicado hasta ahora como el cricket y el “rounders”. El ambiente del departamento era bastante bueno y tuve la suerte de disfrutar de una semana de “Spanish weather” como ellos me decían. Las instalaciones no son comparables a casi ningún colegio público español y eso se nota en las múltiples posibilidades de organización que tienen (y eso que no podían utilizar el gimnasio porque lo estaban usando para los exámenes oficiales).

Foto de Francisco Javier Vinuesa, con Camila y el grupo de alumnas de español del año 13

En cuanto a la metodología y a los estilos de enseñanza que utilizan, en general, son más tradicionales y analíticos que nosotros (también en general), con muchas progresiones de ejercicios y actividades analíticas. Se gana en cuanto a orden y disciplina en las clases, pero se pierde en cuanto a tiempo de práctica y componente lúdico.

Por último, el viernes me tocó trabajar con el departamento de lenguas extranjeras y ayudar a mi anfitriona, Camila, en sus clases de español. Estuve en una clase con alumnos de 11 años en la que su principal inquietud era saber de qué equipo de fútbol era (como aquí), y también en otra clase del equivalente a nuestro 2º de Bachillerato con sólo 4 alumnas en las que su nivel permitía debates más amplios, que fue bastante divertida y enriquecedora.

Península de Sandbanks. Foto de Poole Tourism.
En cuanto al tiempo fuera del colegio tuve tiempo de conocer el entorno, visitando las ciudades de Poole y Bournemouth. También agradecer desde aquí a mi queridísima anfitriona Camila, profesora de español en el colegio, y a su familia (su marido Richard y su hija Sofía) por acogerme en su casa, así como a Celine, Jefa del Departamento de Lenguas Modernas, por inestimable su colaboración. Sin la ayuda y colaboración de ambas, esta movilidad job shadowing Erasmus+ de nuestro proyecto no habría podido realizarse.



        Una vez explicado el resumen de mi estancia, me gustaría centrarme en aquellos aspectos que me han llamado más la atención.

1. El horario.

Ha sido uno de los aspectos que más me ha gustado, porque creo que su modelo es más cómodo y relajado para los alumnos, aunque difícil de exportar aquí por la diferencia de ritmos y rutinas diarias.

Comienzan la jornada llegando al instituto sobre las 8:30, aunque hay algunos padres que dejan a sus hijos mucho antes y ellos están por las instalaciones haciendo tiempo. A las 8:45 suena un timbre y se van a clase con su tutor que les hace un resumen de su actitud del día anterior (con un informe que rellena cada profesor) y se comprueba que tienen el material necesario para ese día. A las 9:15 suena otro timbre y se van a su primera clase. Las clases son de una hora y tienen dos seguidas hasta las 11:15. Después de la segunda hora tienen un descanso de 15-20 minutos, luego una tercera hasta las 13:30, momento en el que llega la pausa para la comida (1h aprox). De 13:30 a 15:30 tienen las dos últimas horas.

Mi apreciación fue que los alumnos iban a clase mucho más relajados por el hecho de tener un horario menos estresante. También el hecho de ser un centro grande con varios edificios y muchas zonas verdes contribuye a que el alumnado perciba el centro como un lugar agradable en el que estar. También sorprendía la limpieza tras los descansos y la comida, a pesar de que en todos los rincones del centro había niños jugando y comiendo (en civismo nos ganan).

2. La organización del departamento y el trabajo en equipo.

También me gustó mucho la forma en la que se organiza el departamento, de forma más flexible y coordinada que en España, tanto en el reparto de los cursos como en el trabajo diario y semanal. Aunque se reparten los grupos al comienzo del año, luego son más flexibles y cambian de grupos en función de los contenidos a trabajar y de las preferencias de cada uno.

3. Relación profesor-alumno más distante.

Este aspecto se puede ver como un aspecto positivo o negativo en función del perfil de cada profesor. En mi caso no me convenció mucho el trato excesivamente frío y lejano entre profesores y alumnos. Pero eso ya es cuestión de gustos.




     Como conclusión tengo que decir que ha sido una experiencia muy enriquecedora tanto a nivel profesional como personal. Conocer cómo funciona otro centro y otro sistema educativo de otro país (con una lengua diferente a la nuestra) desde dentro es una oportunidad que no se debe desaprovechar. 

     Ahora toca la fase de aplicar todos estos aprendizajes a mi práctica docente día a día en el aula, pues sin ello, estos viajes se quedan cojos. Pero esto lleva tiempo, y el verano me dará la oportunidad de planificar con calma los cambios que quiero introducir: metodológicos, de filosofía de enseñanza y aprendizaje centrándome en lo único importante: el alumnado.

Gracias por la lectura.

Francisco Javier Vinuesa Mendieta.
Profesor de Educación Física del IES SIERRA MÁGINA de Mancha Real.

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