“EN MITAD DEL CAMINO”



            Ya estoy aquí de nuevo, exponiendo ahora la realidad de la primera movilidad ErasmusPlus KA101 del IES Sierra Mágina de Mancha Real.



            Os recuerdo que he viajado hasta Bolonia (Italia) para la realización del curso “Outdoor education: a new way of teaching and learning” dirigido por D. Francesco Tarantino y organizado por la empresa italiana IFOM, comandada por Dª Francesca Tamborini.

            Ahora entiendo la imperiosa necesidad de saber hablar inglés, estoy haciendo un esfuerzo terrible por salir adelante y entender todas las explicaciones de este curso. Aunque gracias al director, que chapurrea algo de español, vamos avanzando y entendiéndonos.



           
Nada más llegar el sábado pasado, procedí a instalarme en el Hotel Camplus Living Bononia. Un hotel a las afueras de Bolonia  donde se hospedan muchos universitarios, y casi todos los que están con becas Erasmus, aún así, es bastante tranquilo, bien comunicado con el centro de la ciudad por líneas de autobús 14 y 37. Lo que sí deja un poco que desear, es la comida del buffet. Me esperaba algo más de variedad. Lleva un sistema que contabiliza hasta un máximo de 6 puntos, no te puedes colar, si lo haces, a pagar. Sólo dos platos, siendo el primero siempre pasta o arroz (2 puntos) y un segundo muy limitado a carne con diferentes salsas o verduras a la plancha (3 puntos), por tanto me queda 1 punto que equivale a una fruta, porque si quieres un yogur (2 puntos), o dejas algo o lo pagas, y además, nada de repetir. Eso sí, pan y bebida de grifo (refresco de naranja, cola, agua o té de limón) toda la que quieras. En los desayunos, el café está delicioso, pero echo de menos ese tomate rallado para la tostada. En fin, comida para universitarios, no puedo esperar más, por eso algunos días nos han invitado a comer fuera, todo un detalle.



Pues bien, aproveché la tarde para conocer Bolonia, casi todos sus monumentos están en el Centro, y no me dio tiempo a mucho (comer unos tagliatelle a la boloñesa en plena Plaza Mayor con concierto incluido), así que temprano a la cama y a esperar el domingo. Por ahora el idioma no me estaba poniendo muchas trabas, siendo el italiano un idioma muy similar al nuestro.

El domingo, a eso de las 12 del mediodía, nos reunimos siete de los ocho compañeros del curso (Donna, Jean Therese y Erika de Malta; Marija y Ana de Croacia; Didzis de Letonia y yo de España), en la entrada del hotel con Violeta, la ayudante de Franchesco. La idea era dar un paseo por la ciudad y conocer los siete secretos de Bolonia. Un poco cortado, me arriesgaba en las presentaciones, a sacar del fondo del saco ese inglés tozudo que aún recordaba de mi época de instituto. It is very difficult, where have I gotten? Paso a las presentaciones:

-       Las chicas de Malta, profesoras de infantil.
-       Las de Croacia, de infantil y primaria
-       Didzis, educador de niños con discapacidad intelectual.
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             Y yo, profesor de secundaria y bachillerato.

Después, aproveché la noche para despejarme y salir a correr por las calles de Bolonia, y así sumar kilómetros a nuestro club de Strava del IES Sierra Mágina, aunque hubo algunos fallos técnicos en la aplicación, finalmente fueron 41 minutos y unos 7 km, recorrido de ida y vuelta al hotel pasando por las dos Torres, la estatua de Neptuno, Catedral de San Petronio y Basílica de Sto. Stéfano.
El lunes, comenzamos el curso dirigido por Franchesco en una de las aulas habilitadas en el propio hotel, incorporándose una nueva compañera, Carmel, de Irlanda. Todo el desarrollo fue en el aula, partiendo con un juego de presentaciones que consistía en poner en un papel tres cosas nuestras que nos identifican pero una de ellas falsa, en cada ronda pasábamos por un compañero diferente y, en inglés, debíamos identificar la frase falsa. Continuamos con una puesta en común donde participábamos todos, dando una definición, beneficios y obstáculos de las actividades al aire libre, posteriormente relacionamos los títulos con las definiciones de los objetivos que persigue este tipo de enseñanza a través de las actividades al aire libre. Y se insistió bastante en el Círculo del aprendizaje: Concretar – Observación (reflexión) – Conceptualizar – Experimentar. Todo ésto hasta las 16:00 horas (parando a comer de 12:30 a 13:30 horas). Entender, entendía, pero me costaba expresarme…Se hizo algo pesado con tanta definición, aunque es normal que el comienzo de cualquier curso empiece por establecer las bases.









El planing del martes sería sólo de mañana, hasta las 12 del mediodía. Otra vez en el aula, recordamos lo realizado el día anterior realizando un pequeño juego con dos equipos. Pienso que es una buena idea para iniciar una clase, que sean los alumnos los que hagan la introducción con el recuerdo del día anterior en forma de esquema y luego salir a explicarlo, todo eso sin mirar los apuntes. Luego se propusieron varios juegos en equipo (tales como construir la torre más alta sólo con papel, sujetar un palo entre todos solo con un dedo, el enredo todos agarrados y volver a desenrollarse, el director de la banda) para trabajar la cooperación, liderazgo, coordinación, diversión, desarrollo de estrategias de equipo, resolución de problemas…Y después de cada juego debatíamos las ventajas y objetivos que podíamos conseguir, también analizábamos la posibilidad de adaptarlo al mayor número de áreas. Posteriormente hicimos un análisis y debate grupal de actividades que podían ser formales (enseñanza tradicional) o no formales (estilos diferentes al tradicional). La situación iba mejorando, ya estábamos haciendo más práctica. La idea era realizar una serie de actividades grupales en el aula o fuera de ella y que se salgan de lo común para trabajar diferentes aspectos, en este caso todos los relacionados con la resolución de problemas. Y tener claro, que todas estas actividades se pueden llevar a cabo en cualquier área con una adaptación previa. Luego a comer y a seguir viendo Italia, concretamente la ciudad de Venecia en tres horas. Intenso pero valió la pena las cuatro horas de ida y vuelta en tren.

Y por último, hoy miércoles ha sido, para mi gusto, el mejor día por ahora. Por la mañana hemos visitado el Centro de Formación Profesional de Cocina ubicado en el Circolo Ufficiali Bologna, donde nos han recibido sus alumnos y dos de sus profesores. Sentados en círculo, nos hemos presentado y hemos hablado en inglés sobre nuestra profesión, edad y hobbies. Los alumnos parecían nerviosos pero muy naturales, nos hemos reído bastante y nos han mostrado sus opiniones sobre la actividad en el exterior que previamente Francesco hizo con ellos. Ha sido una grata experiencia para todos, el poder hablar en público y en inglés. Sí que es verdad, que conforme van pasando los días, el oído y la cabeza se van adaptando al idioma, ¿instinto de supervivencia?, supongo.




Después no hemos marchado en autobús hasta un parque a las afueras de Bolonia llamado “Parco della Chiusa” donde hemos estado desde las 12 hasta las 17 horas realizando juegos en grupo, bastante divertidos, en los que imperaba la elaboración de estrategias previas y en los que durante el transcurso de su desarrollo no se podía comunicar con palabras, juegos de confianza con los ojos vendados, juegos de competición y de colaboración. Después de cada juego realizábamos una reflexión sobre lo que podíamos conseguir y de las posibles adaptaciones para poder aplicarlo a otras áreas.






En general, pienso que, hasta ahora, hay un buen clima de trabajo. Francesco plantea bastantes actividades variadas y luego nos hace reflexionar sobre todas las ventajas y posibilidades de aplicación que tienen estas actividades al aire libre. También tengo que comentar que son actividades muy similares a las que planteamos en Educación Física, en los contenidos de Coordinación, Deportes y Expresión Corporal (sobre todo en este último donde se trabajan juegos de confianza, interpretación, contacto físico, creatividad y colaboración) por lo que me lleva a pensar que en nuestro Centro lo estamos haciendo bien, no sólo en mi área, también en otras materias en las que veo a mis compañeros “dejarse la piel” día a día, proponiendo actividades de este tipo para nuestro alumnado.
En cuanto a la experiencia de hablar y expresarme en otro idioma, si no fuese por  mis compañeros y el director del curso, no sé qué hubiera sido de mí. Me ayudan bastante.
En cuanto a toda la filosofía que envuelve la idea de trabajar al aire libre, a través de juegos, creando, colaborando, y trabajando la interdisciplinariedad…Me pregunto, ¿cuántas veces hemos oído ésto en España? ¿En cuántos cursos hemos oído la idea de abandonar la Enseñanza Tradicional?
Creo que es hora de que nos hagamos a la idea de que ésto es el futuro, de que debemos preocuparnos, y no descuidar nunca nuestra profesión, debemos estar siempre innovando y sorprendiendo a nuestros alumnos. Pienso, sin duda, que de esta forma siempre nos ganaremos el respeto y la atención de nuestro alumnado.

Os seguiré informando de lo que me ocurra en los siguientes días. Un saludo desde Bolonia.







D. José Carlos García Palacios.
Profesor de Educación Física del IES Sierra Mágina de Mancha Real, Jaén

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