Manuel Ortega: un veterano embarcado en una aventura Erasmus+


        Puede sonar algo temerario, pero haciendo mías las palabras de nuestro coordinador “a veces nos liamos la manta a la cabeza y nos lanzamos a la piscina”. Eso fue lo hice cuando me subí al carro de este proyecto seducido por la ilusión que me transmitió nuestro coordinador, y la idea de una experiencia multicultural empezaba a fraguarse en mi mente.

Burning Love


     El 9 de Julio embarqué en Barajas con destino la academia EuroPass (pincha el enlace web: http://www.europass.it/es/) sita en la preciosa ciudad italiana de Florencia, no sin mediar algún que otro incidente. Durante una semana realicé un curso denominado 'Photo and video making in our classroom: creating and adapting visual resources'. No soy neófito en el tema de fotografía,  por lo que no esperaba muchos aportes en el aspecto técnico, pero sí otras cosas, y ese sentido la experiencia no defraudó. Mis expectativas estaban más vinculadas a establecer contactos con nuestros homólogos en otros países europeos y afrontar algún tipo de experiencia con valor didáctico.

Foto Manuel Ortega 2017
            El primer día fue la repera. Me quedé estupefacto al escuchar las presentaciones de mis compañeros. Uno tras otro realizaban interesantes exposiciones en un inglés fluido. Mi nerviosismo crecía por momentos y cuando me tocó empecé pidiendo disculpas por mi inglés. La reacción de apoyo de mis compañeros fue inmediata y cariñosa, lo que me relajó y ayudó a realizar una presentación con la que quedé relativamente satisfecho. Un intenso dolor de cabeza que pedía un ibuprofeno y una siesta de las gordas me acompañó de vuelta a casa, pero no podía despistarme porque nos encomendaron trabajo de campo para ilustrar pasajes del día a día de Florencia. Aquí os dejo algunas capturas que realicé esa tarde.    
Foto Manuel Ortega 2017


 

             Los días siguientes transcurrieron a un ritmo vertiginoso y fuimos aprendiendo algunos aspectos del lenguaje cinematográfico a la vez que explorábamos técnicas de gestión y producción de video. La meta era producir nuestra propia película, En cinco días. Decidimos que sería un  Stop-motion (pincha el enlace) de entre 30 y 60 segundos de duración. Sí, menos de 1 minuto pero ni os imagináis el trabajo que trae todo esto. Programamos y distribuimos el trabajo como un equipo en el que cada cual aportó lo que supo y pudo. Estábamos entusiasmados con el proyecto, hasta el punto de echar horas extra. El tercer día algunos ni comimos y empalmamos la sesión de mañana con la de tarde porque no estábamos dispuestos a terminar la semana sin poner nuestra “peli” en el candelero. Y es que disfrutamos como enanos, desde el storyboard con el que nos hartamos de darle a la sin hueso, pasando por la recreación de los escenarios, mimando cada detalle, hasta la planificación de la iluminación y la realización de cada etapa superada resultaba gratificante. El resultado fueron 920 fotografías con las teníamos que editar lo que finalmente llegaría a ser una de las joyas de youtube, nuestra película: “Burning Love”


Foto Manuel Ortega 2017

Foto Manuel Ortega 2017
     Es difícil valorar todo lo que me traigo de esta experiencia, pero evidentemente me traigo muchas cosas. Un batiburrillo en el que no puedo dejar de subrayar   

Foto Manuel Ortega 2017
1)  La inmersión lingüística que para mí ha significado al tener que enfrentarme a una convivencia de trabajo con 10 profesores procedentes de distintos puntos de Europa usando como nexo la lengua inglesa. ha sido una experiencia dura, sí, pero gratificante y emocionante.

2) El trabajo como un equipo, en el que cada cual aportó lo mejor de si, que nos valió el reconocimiento y unas emocionantes palabras de despedida en las que nuestro monitor recalcó ese hecho.

3) El producto final. Nuestra intención era filmar una película en la que plasmar los conocimientos y técnicas trabajadas en los tres primeros días de curso. El resultado, siempre mejorable, nos dejó un producto muy divertido que mereció la proyección en un pase especial como colofón fin de curso: Burning Love

4) La estancia en una bellísima ciudad, con muchísimo sabor pese a la marea turística que la azota. Seis tardes se quedan muy cortas para explorar y disfrutarla. Hay que repetir cada rincón. No te cansas de pasar por el ponte Veccio y la piazza da Signoría, ni de contemplar boquiabierto esa inmensa catedral o deleitarse con la visas que de la ciudad ofrece el mirador de San Michel Angelo... ¡qué pasada! Una semana que se pasó volando. No queda otra que volver.:

Foto Manuel Ortega 2017


Thanks to all of you!

Manuel Ortega García.

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